Zelda: Ecos de Sabiduría - Cómo llegar a la Fuente de Hadas

Las fuentes de hadas son un elemento básico de la serie The Legend of Zelda, y Echoes of Wisdom presenta un regreso en miniatura de la mecánica clásica que es un descubrimiento esencial para cualquier jugador: una Gran Hada y los medios para mejorar tu inventario a cambio de algo de tu dinero ganado con esfuerzo.

Al igual que Breath of the Wild y Tears of the Kingdom antes que él, la extravagante criatura alada hará que Zelda sea más poderosa a cambio de rupias, y esta vez tampoco necesitarás partes de monstruos para endulzar el trato. Aquí te explicamos cómo encontrarla en el mundo abierto.

Puedes encontrar la única fuente de hadas del juego justo en medio del lago Hylia. Sin embargo, deberás haber limpiado una grieta cercana para acceder a ella, pero después de eso, será un lugar que podrás frecuentar cuando te apetezca.

En comparación con juegos anteriores, es algo menos extravagante, mientras que la propia hada es pequeña y discreta en lugar de una gigante literal que se alza sobre Zelda y Link. Sin embargo, esto no la hace menos poderosa, y la hada se apresurará a ofrecer sus servicios a nuestra heroína.

El principal propósito de la Fuente de Hadas en Echoes of Wisdom es proporcionar a Zelda ranuras adicionales para accesorios para equipar los objetos que encontrará a lo largo de su aventura.

Comienzas el juego con una sola ranura, y considerando que ganarás accesorios rápidamente durante las primeras horas y la mayoría de las ciudades importantes venden uno que necesitas para las próximas mazmorras, una o dos ranuras adicionales no vendrían mal.

El costo inicial es solo de 100 rupias, pero aumentará a 300, 500, y así sucesivamente a medida que ganes más ranuras, así que asegúrate de ir con suficiente moneda para justificar la visita.

Nuestra recomendación sería que encuentres la Fuente de las Hadas tan pronto como tengas acceso libre al mundo abierto y consigas algunas ranuras para accesorios futuros. Entrar en mazmorras importantes sin al menos algunas ranuras puede ser una receta para el desastre, o bien, para muchos, muchos batidos.